Si tu pronunciación de inglés no es precisamente buena, todo lo que vas a leer a continuación te será de muchísima ayuda. ¿Te cuesta hacerte entender en inglés? Existen algunas maneras de practicar el idioma de forma eficiente y mejorar tus habilidades mucho más rápido. Descubre todos los tips para lograrlo, en este post.
- Escuchar a otros y a vos mismo
La clave de una buena pronunciación es tener un buen oído. Lo ideal es que veas documentales, películas o series en inglés y le prestes especial atención a los diálogos. También podés escuchar a hablantes nativos, podcasts y programas de radio. Oye todo lo que dicen y la manera de hablar. Así podrás interiorizarte con la pronunciación.
Y por otro lado, está la escucha propia. Si no podés oír cómo hablás, te será muy difícil saber qué tenés que corregir. Te recomendamos grabarte leyendo un texto o diciendo frases en voz alta. Después escuchá el audio y detectá dónde están los problemas.
- Practicar con un traductor
La tecnología es tu aliada. Una buena idea es usar una aplicación que tenga una pronunciación acertada. El traductor de Google es muy útil, ya que cuenta con un micrófono para que puedas registrar tu pronunciación y mejorarla diariamente. Registrando tu voz y viendo si el traductor la transcribe correctamente, podrás ver si estás diciendo las palabras bien o mal.
- Separar las sílabas
¿Te acordás cuando en la escuela primaria te hacían separar en sílabas? Bueno, un gran consejo es que cuando tengas alguna palabra que te cueste pronunciar, hagas la separación en sílabas y veas cómo se pronuncia, letra por letra.
Por ejemplo, la palabra “Chameleon” (camaleón).
CHA - ME - LE - ON
Cha: se pronuncia KA
Me: se pronuncia MI
Le: se pronuncia LI
ON: se pronuncia ON
La palabra Chameleon se pronuncia Kamilion
- Prestar atención a la entonación y a los acentos
Tener una buena pronunciación es más que solo dominar sonidos individuales. Es muy importante que también entiendas la entonación, como son la elevación y caída de la voz. Y por otra parte están los acentos, que son los sonidos de las palabras que son más altos y claros que otros. Es muy bueno leer poemas, discursos y canciones en voz alta, concentrándose en la entonación y en el acento.
- Imitar el monólogo de una película u obra de teatro
Este consejo te puede resultar muy divertido. Si te gusta alguna escena de película u obra de teatro en particular, especialmente un monólogo, podrías imitar la actuación de ese personaje. Para desglosar bien las palabras, utilizar subtítulos para anotar cada oración, si te hace falta. Fijate bien cómo el personaje utiliza la boca para hablar y qué gestos hace. A veces, el movimiento corporal influye mucho en cómo alguien expresa sus palabras.
- No tengas miedo de hablar
La única forma de que tu pronunciación del inglés mejore, es hablando. Esto significa que vas a tener que acostumbrarte a hablar en voz alta. Por eso, es momento de dejar el miedo atrás y hablar sin temor a cometer errores. Todos pronunciamos incorrectamente alguna que otra palabra al principio. Solo se puede mejorar con la práctica. ¡Vos podés lograrlo!
- Hablar despacio
Muchas personas tienen la concepción equivocada de que hablar fluido inglés significa que deben hacerlo rápido. Y esto no es así. Hablar demasiado rápido tiende a fortalecer malos hábitos y lo único que genera es incomodidad, nerviosismo e indecisión del hablante. Por el contrario, hablar lento te da tiempo de respirar y pensar sobre lo que estás queriendo decir. A su vez, te da tiempo de pensar mientras hablás y por lo tanto te permite estar más relajado y poder concentrarte en hacer que tu inglés suene perfecto.
-Visualizar la pronunciación
Nunca está de más cerrar los ojos y pensar en cómo se pronuncian las palabras en inglés. Escuchar en tu mente el sonido antes de decirlo. Siempre intentando visualizar la posición de la boca, los labios y la lengua
-Practicar las diferentes posiciones de la lengua
Como podrás imaginar, la pronunciación es una habilidad física. Es una manera de enseñarle a tu lengua nuevas formas de moverse, utilizando diferentes músculos. Concentrate en varios sonidos difíciles por día. Por ejemplo: si tenés problemas con la “th”, colocar la lengua entre los dientes, sin morderla, y dejar que el aire salga por la boca. Haciendo estos ejercicios diariamente, notarás una gran mejoría en tu forma de hablar.
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